domingo, 9 de enero de 2011

Papi, papito, papacito y papazote


En Ecuador no es lo mismo ser un ‘papito’ que un ‘papazote’, pues alrededor de la palabra ‘papi’ se genera un curioso rango que determina el grado de atractivo que ostenta uno.
De esta manera, si ves a un desconocido por la calle y tienes ganas de opinar, puedes soltar un ‘mira qué papi’ (si es un chico mono, un guapito de cara), e ir subiendo de categoría hasta llegar a un sublime “¡qué papazote!”  (cuando se trata de un bellezón, algo fuera de lo común).
Obviamente, esta escalera de valores es totalmente subjetiva, así que para lo que uno es un “papito”, para otro puede ser todo un “papazote”.
Lo mismo pasa con las chicas, que no se salvan de la criba y de vez en cuando escucharán un “mami”, “mamita”, “mamacita” o “mamazota”, según lo rebuenas que estén atendiendo a los cánones ecuatorianos.
Personalmente, lo encuentro un modo curioso de catalogar la belleza, algo más sutil y benevolente que el tan español piropillo de paleta: "¡Si fueras barco pirata te comería el tesoro que tienes entre las patas!"

2 comentarios:

  1. jajaja muy bueno marti, un español en ecuador analizando en profundidad palabras como papazote. em encanta me he reido mucho de aqui se podran sacar monologos comicos. pasalo en grande y sigue trabajando mucho y mantennos informados, ok? un abrazo enorme

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  2. Y la pregunta es... ¿has recibido algún papacito, papazote o algo así? jeje, que tengas buena experiencia por las alturas y vete contándonos como va tu aventura.

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